martes, 7 de julio de 2015


El papel de las TIC en la mejora de la eficiencia del sector sanitario.


  Las tecnologías de la información y la comunicación presentan grandes posibilidades a la hora de mejorar la eficiencia del sector sanitario. En este estudio de la Secretaría General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico de la Comisión Europea se identifican las oportunidades que las TIC ofrecen al sector de la salud y las principales dificultades que encuentran los diferentes sistemas sanitarios a la hora de aplicarlas.

      El significativo avance de las tecnologías de la información y la comunicación en los últimos tiempos permite su aplicación al sector salud de numerosas maneras, aportando beneficios de calidad y seguridad, así como un significativo ahorro económico. Por ello, en los últimos años está desarrollándose un debate internacional sobre los beneficios de la aplicación de las TIC al ámbito sanitario.
   En este sentido, la Secretaría General de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico realizó un pormenorizado informe, publicado en junio de 2010 y titulado “Mejora de la eficiencia del sector sanitario. El papel de las tecnologías de la información y la comunicación”. El proyecto, dirigido por Elettra Ronchi, ha sido cofinanciado por la Dirección General para la Salud y los Consumidores de la Comisión Europea. En él, se ha analizado el uso de las TIC en la sanidad de seis países (Australia, Canadá, España, Estados Unidos, Países Bajos y Suecia) con el objetivo de identificar las oportunidades que éstas ofrecen y analizar en qué condiciones es más apropiado usarlas, en pro de la mejora de la eficiencia y la calidad de la asistencia al paciente.
    
Los principales beneficios de la implementación de las TIC en el sector sanitario son cuatro:
  1. Incremento de la calidad en la atención al paciente y de la eficiencia: Una de las carencias más importantes del sector es la fragmentación de la atención sanitaria y las dificultades de trasmitir eficazmente la información. Las TIC pueden ayudar a mejorar la seguridad del paciente mediante el acceso directo al historial médico, la consulta online de los tratamientos, registrando la evolución de los enfermos y previendo posibles errores médicos. El estudio refleja que estas herramientas son percibidas entre profesionales y usuarios como sustancialmente positivas para mejorar la seguridad del paciente, por lo que los países promueven su implantación.
  2. Reducción de los costes operativos de los servicios médicos: Las TIC ayudan a disminuir este tipo de costes con la reducción del tiempo requerido para procesar datos o manejar documentación. Los médicos suecos ahorran hasta treinta minutos diarios gracias a la receta electrónica. El sistema de archivo y transmisión de imágenes (PACS, por sus siglas en inglés) se presenta como indispensable para el desarrollo de la historia clínica electrónica (EHR, por sus siglas en inglés) y la telemedicina, ya que reduce los tiempos de los análisis y los resultados.
  1. Disminución de los costes administrativos: La facturación presenta grandes posibilidades de ahorro gracias al uso de las TIC. En Estados Unidos, el coste unitario de las transacciones en papel ha disminuido, desde que en 1997 comenzaran a sustituirse por las operaciones electrónicas, de cinco dólares a 25 centavos. A pesar de la evidencia de estos datos, la facturación electrónica aún no está ampliamente extendida en la mayoría de los países
  2. Posibilidad de llevar a cabo modelos de sanidad completamente nuevos: Las TIC han sido definidas como tecnologías con un alto potencial transformador ya que presentan nuevas formas de ejercer la medicina y desarrollar la sanidad. En el estudio se reflejan tres grandes mejoras:
  • Renovación de la atención primaria: En los seis países del estudio las TIC se están usando para mejorar tres áreas específicas: el cuidado de las enfermedades crónicas, la práctica generalizada del servicio de entrega de información multiuso y el avance en la coordinación de los cuidados sanitarios.
  • Mejora del acceso a la sanidad: Las TIC, especialmente la telemedicina y el PACS, son usadas con excelentes resultados en las poblaciones rurales o remotas.
  • Mejora de la calidad de la medición y el rendimiento de la supervisión: Los seis países analizados están empleando las TIC para enriquecer sus sistemas sanitarios. La recogida y el procesamiento de datos electrónicos posibilitan el acceso a la información.

¿Qué tipo de mejora en la eficacia esperan los países de la implementación de las TIC?
  1. Equilibrar los incentivos con las prioridades del sistema sanitario y con la justa asignación de costes y beneficios. Reducir las barreras financieras es fundamental para la aplicación de las TIC en la sanidad. Es de esperar que cuando se aporten sólidas evidencias de las ventajas de la implementación se acelere el proceso de adaptación a las TIC. De momento, en los países estudiados, son los gobiernos los que han abanderado la esta promoción en la sanidad, generalmente a través de subvenciones.
  2. Conseguir estándares unitariamente definidos y consistentemente implementados. El creciente aumento de la información sanitaria producida y recogida por las TIC está ocasionando serios problemas. Las historias clínicas electrónicas están diseñadas para ser fácilmente comprendidas y descifradas. Sin embargo, la estandarización sigue siendo una exigencia política y logística a resolver, por lo que gobiernos y empresas están buscando soluciones.
  3. Alcanzar sólidos y fiables métodos de privacidad y seguridad. El tratamiento de la información médica puede ser extremadamente delicado, la ética profesional en los sistemas de salud requiere una estricta confidencialidad. En los casos estudiados, ante la necesidad de conseguir el consentimiento de los pacientes y de tener que compartir los datos de los enfermos en diferentes áreas médicas, queda patente la duda sobre quién tendría derecho a acceder a qué datos, cómo regularlos y por quién. Además, en ocasiones, la privacidad está legislada, a la vez, a nivel nacional y local o regional, lo que dificulta los procesos.
Con todo ello, el informe concluye que los puntos más importantes de este análisis son: la necesidad de establecer un sólido y coherente sistema de protección de la privacidad del paciente, equilibrar los beneficios de las empresas con las prioridades de los sistemas sanitarios, acelerar y conducir los esfuerzos hacia la estandarización de los procesos y fortalecer las evaluaciones de eficacia.
Así pues, el papel de las TIC en la mejora de la eficiencia de la sanidad presenta una gran potencialidad, pero habrán de realizarse importantes esfuerzos, encabezados principalmente por los gobiernos, para que su uso se generalice en el sector de la salud.

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